EEUU saluda la liberación de un puente fronterizo con Canadá
La policía de Canadá despejó el domingo un puente estratégico entre Estados Unidos y Canadá bloqueado desde el lunes por opositores a las medidas contra el covid, una operación aplaudida por Washington, pero las protestas siguen en el país, en particular en Ottawa.
Un importante grupo de policías, más resueltos que en la víspera, realizaron numerosos arrestos a lo largo del día y despejaron el camino que lleva al puente Ambassador por el que aún no transitaban vehículos al final de la tarde.
Liz Sherwood-Randall, consejera de Seguridad Nacional del presidente estadounidense, Joe Biden, indicó que las autoridades canadienses tenían "la intención de reabrir el puente Ambassador" en la jornada de domingo, tras haber hecho las verificaciones necesarias.
La consejera agradeció "los resueltos esfuerzos de la fuerza pública (canadiense) a lo largo de la frontera para lograr el levantamiento completo de los bloqueos".
Washington pidió a Ottawa la semana pasada emplear "poderes federales" para poner fin al bloqueo con "consecuencias serias" sobre la economía estadounidense, debido a la importancia del comercio que transita por ese puente.
El alcalde de la ciudad de Windsor, Drew Dilkens, celebró que la "crisis económica nacional en el puente Ambassador haya finalizado hoy".
El paso transfronterizo será reabierto "cuando sea seguro hacerlo", agregó, antes de precisar más tarde en la cadena CBC que la policía estimaba poder reabrirlo domingo por la noche o el lunes temprano.
La policía realizó varios arrestos y continuaba vigilando la zona el domingo por la tarde debido a la presencia cercana de manifestantes.
El cierre ha causado trastornos en la industria automotriz de ambos países. Más del 25% de las mercancías comercializadas entre Estados Unidos y Canadá pasan por este puente.
- Rechazo de las medidas sanitarias -
Las movilizaciones de Canadá inspiraron protestas similares en otros países.
En Francia, unos 1.300 vehículos participaron en los convoyes contra los pases sanitarios e hicieron escala el domingo cerca de la ciudad de Lille (norte). El lunes tienen previsto llegar a Bruselas pese a la prohibición de las autoridades belgas.
Miles de opositores al pase sanitario o al presidente francés, Emmanuel Macron, confluyeron en París para manifestarse allí el sábado.
El movimiento canadiense, que entra en su tercera semana, se inició con una movilización de camioneros que protestaban contra la obligación de vacunarse para cruzar la frontera entre Canadá y Estados Unidos, pero las demandas se extendieron al rechazo a todas las medidas sanitarias e incluso al gobierno del primer ministro, Justin Trudeau.
Las manifestaciones prosiguieron el fin de semana en varias ciudades canadienses, entre ellas Toronto y Montreal. Otros pasos fronterizos permanecen bloqueados en las provincias de Manitoba y Alberta.
Aunque la situación era más tranquila en Ottawa el domingo por la mañana, no se debilitó el movimiento que paraliza la capital canadiense desde finales de enero.
Numerosos manifestantes seguían en el centro de Ottawa el domingo. "Nos enfrascamos en medidas para una enfermedad que no es tan terrible", lamentó uno de ellos, Charles Beliveau, entrevistado por la AFP, quien piensa dejar Ottawa el domingo por la noche, pero espera volver.
Para su tía, Jessy Beliveau, con peluca azul y vestido fabricado con mascarillas desechables, "la gente muere de tristeza, no de enfermedad". "El covid existe, sí, es una gripe", agrega al reclamar el fin de las medidas sanitarias. "Creemos que ya duraron demasiado", resume la mujer que dice manifestarse desde hace meses.
Ante la exasperación creciente de los residentes frente a la ocupación del centro de la ciudad, el fin de semana estuvo marcado también por contramanifestaciones de lugareños que intentaron parar un convoy de manifestantes el domingo.
Una luz de esperanza se alumbró sin embargo para los habitantes de Ottawa: el alcalde anunció un posible acuerdo con una de las organizadores de las manifestaciones para despejar de camiones las zonas más residenciales.
Según varios medios, la organizadora Tamara Lich respondió positivamente al pedido del alcalde Jim Watson de desplazar los camiones estacionados en zonas residenciales para concentrarlos en la calle que colinda con el Parlamento.
El acuerdo debe sin embargo ser aprobado por los camioneros.
En una entrevista con CBC, el ministro de Protección Civil, Bill Blair, se mostró muy crítico con la policía de Ottawa. Consideró "inexplicable" que no sea capaz de restablecer el orden.
"La policía debe hacer su trabajo y "aplicar la ley en la ciudad", declaró.
F.Dodaro--PV