Sempé y Goscinny, supervivientes de la vida y creadores del "Pequeño Nicolás"
El dibujante francés Sempé, creador del personaje "El Pequeño Nicolás" y fallecido el jueves a los 89 años, era un superviviente de los malos tratos, como lo fue su guionista René Goscinny, que escapó al Holocausto.
Ambos inventaron un niño de aspecto algo desvalido pero malicioso que les ayudó en parte a sanar las heridas de la vida.
"El Pequeño Nicolás" fue un éxito inmediato en Francia, mientras que en el extranjero se convertía en el acompañante esencial de generaciones de niños que aprendían el francés, por ejemplo en el mundo hispano.
El proceso creativo de "El Pequeño Nicolás" es revelado en un documental de dibujos animados que saldrá el próximo 12 de octubre en Francia.
"Pequeño Nicolás ¿qué esperas para ser feliz?" es la obra de Amandine Fredon y Benjamin Massoubre, que entrevistaron a Sempé antes de su muerte. En junio el documental ganó el Cristal de Oro en el Festival del cine animado de Annecy.
A través de imágenes y las declaraciones del dibujante, el documental muestra una Francia alejada de la imagen de tarjeta postal de los años 1950.
- La experiencia argentina -
Goscinny, que también fue coautor de Astérix y guionista del dibujante Morris (padre de Lucky Luke), conoció a Sempé en París en 1953.
Goscinny había llegado a Argentina antes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) junto a sus padres, en un clima de creciente antisemitismo en Europa. Soñaba con trabajar en los estudios de Walt Disney y se instaló un tiempo a Estados Unidos con esa idea.
Pero acabó aterrizando en su país de origen. Cuando encontró a Sempé ya era todo un experimentado viajero, pero las heridas de la infancia y la adolescencia seguían abiertas.
Sempé nació en el seno de una familia humilde en Burdeos. Su padrastro le pegaba, su madre no lo amaba lo suficiente. Huyó de ese ambiente rumbo a París, con el carnet de dibujos debajo del brazo.
La creación del "Pequeño Nicolás" es "una historia de resiliencia, de dos tipos a los que les robaron la infancia, uno a causa de la Shoah y el otro a manos de un padrastro abusivo", explicó a la AFP Benjamin Massoubre, uno de los correalizadores del film, en Annecy.
Su respuesta será crear un personaje dulce y algo rebelde, sin acritud.
"Lejos de su imagen de francés bonachón, Goscinny es un trotamundos", explica Massoubre. Sempé era un provinciano que amaba el jazz y que se sentía a sus anchas en un París anónimo, en el que podía deambular y realizar croquis de sus habitantes sin parar.
Los realizadores trabajaron estrechamente con la hija de Goscinny, que les dio acceso a los archivos del artista.
Y con Sempé pudieron evocar los primeros bocetos del personaje, cuyos álbumes han vendido más de 15 millones de ejemplares.
"Para ser fieles a su universo empezamos a ordenar sus dibujos por temas: los restaurantes, los bares, los árboles", explica Amandine Fredon, la otra realizadora.
Esos dibujos permitieron poco a poco animar el documental.
El trazo extremadamente sencillo de Sempé es engañoso, aseguran. "Es muy duro reproducirlo", reconoce la cineasta.
La película se convierte ahora, por casualidades del calendario, en un adiós conmovedor al artista.
O.Merendino--PV