Biden visita Angola para reafirmar las ambiciones estadounidenses en África
El presidente estadounidense, Joe Biden, se reunió el martes con su homólogo angoleño, Joao Lourenço, en el marco de una visita a este país del sur de África, centrada en un importante proyecto de infraestructura que busca afirmar los lazos de Washington con el continente, frente a China.
Biden, quien entregará el poder a Donald Trump el 20 de enero, llegó el lunes por la noche a este país de habla portuguesa y rico en petróleo. Durante su visita, abordará temas como comercio e inversiones, seguridad, estabilidad y el fortalecimiento de la cooperación bilateral.
Al paso del convoy estadounidense por las calles de Luanda, escoltado por policías y soldados, numerosos residentes se asomaron a ventanas y balcones para saludar la primera de un presidente estadounidense.
Al final del día Biden dará un discurso en el Museo Nacional de la Esclavitud, situado en las afueras de la capital.
Angola fue uno de los principales proveedores de esclavos para el comercio transatlántico hacia América.
Estados Unidos anunció en un comunicado que destinará más de 200.000 dólares para apoyar la restauración y conservación del edificio, que fue propiedad de un comerciante de esclavos.
El lunes por la noche Biden se reunió con Wanda Tucker, descendiente del primer niño esclavo nacido en Estados Unidos, cuyos padres, transportados a Virginia en 1619, eran originarios del territorio que actualmente ocupa Angola.
El miércoles Joe Biden se trasladará a Lobito, una ciudad portuaria situada a unos 500 kilómetros al sur de Luanda, para destacar el proyecto emblemático de su presidencia en África: el "corredor de Lobito".
Allí se reunirá con líderes de República Democrática del Congo, Zambia y Tanzania, los otros paises involucrados en el proyecto ferroviario que tiene como objetivo el transporte hacia el puerto de Lobito materias primas estratégicas como cobre y cobalto.
El "corredor de Lobito", apoyado también por la Unión Europea, está concebido como una muestra de las ambiciones estadounidenses en África, un continente relativamente descuidado en los últimos años por la primera potencia mundial, mientras que China realiza inversiones masivas en la región.
P.Colombo--PV