España reforzará el control sobre la publicidad de criptomonedas
España reforzará el control sobre la publicidad que promocione criptomonedas, que deberá incluir ahora "información sobre los riesgos" que asumen los inversores, además de notificar con antelación al ente regulador del mercado, en el caso de las "campañas publicitarias masivas".
Según una circular publicada el lunes en el boletín oficial español, los mensajes publicitarios sobre el bitcoin y otros criptoactivos "deberán incluir contenido claro, equilibrado, imparcial y no engañoso", indicó en un comunicado la autoridad bursátil local (CNMV).
Estas publicaciones deberán, además, contener una información clara "sobre los riesgos" ligados a la inversión en las criptomonedas, así como un mensaje recordando que esta actividad "no está regulada" y puede conducir a los inversores a perder "la totalidad del importe invertido".
El nuevo marco, que entrará en vigor a mitad de febrero, prevé además un "procedimiento de comunicación previa obligatoria a la CNMV" para las campañas publicitarias masivas, "destinadas a 100.000 personas o más", precisa el comunicado.
Las criptomonedas -especialmente la más conocida de ellas, el bitcoin- vieron multiplicarse su precio en 2021 gracias al apetito de la economía tradicional por este tipo de productos. Numerosos particulares empezaron a fijarse en estos activos, poniendo en ocasiones importantes sumas en juego.
Este fenómeno, impulsado en las redes sociales por celebridades como la estrella de la telerrealidad Kim Kardashian o deportistas famosos como el futbolista español Andrés Iniesta, ha despertado la preocupación de los reguladores en numerosos países.
"Los criptoactivos tienen una presencia cada vez mayor en el sistema financiero", pero su desarrollo "supone retos en al ámbito de la protección de los inversores", subraya así la circular de la CNMV, que insiste en la "complejidad" y la "volatilidad" de estos productos financieros.
En China, el Estado prohibió a final de septiembre las transacciones en criptomonedas. En Europa y Estados Unidos, los reguladores vigilan cada vez más esta red descentralizada, muy difícil de controlar.
F.M.Ferrentino--PV