Universidad de Columbia suspende a manifestantes propalestinos que desacatan ultimátum
La Universidad de Columbia, epicentro de las protestas propalestinos en Estados Unidos, empezó a suspender a los estudiantes que desafiaron el ultimátum dado este lunes por las autoridades del centro para que depongan el campamento en la prestigiosa institución.
Más de 350 personas han sido detenidas en las universidades de todo el país este fin de semana, mientras la Casa Blanca pedía a los manifestantes que fueran pacíficas.
La universidad anunció que han empezado a suspender a estudiantes que no han depuesto la protesta.
"A los estudiantes que aceptaron marcharse y firmaron un documento comprometiéndose a cumplir las políticas de la universidad se les permitirá completar el semestre", recordó Ben Chang, vicepresidente de comunicaciones del centro en un comunicado.
Los estudiantes se habían negado a acatar "estas tácticas repulsivas de miedo (que) no significan nada comparadas con la muerte de más de 34.000 palestinos", anunciaron en una declaración.
"No nos moveremos hasta que Columbia satisfaga nuestras demandas o (...) nos muevan por la fuerza", dijo la líder estudiantil Sueda Polat, en una rueda de prensa.
Tras dar por rotas las negociaciones, la rectora de Columbia, en Nueva York, había dado este lunes un ultimátum a los manifestantes para que desalojaran "voluntariamente" el campamento erigido para las 14H00 (18H00 GMT).
También rechazó su principal reivindicación de que la universidad deje de recibir fondos relacionados con Israel o de empresas que se aprovechan de la guerra.
- Desafío -
Las protestas contra la guerra de Gaza, con su elevado número de víctimas civiles palestinas, han planteado un reto a las autoridades universitarias de todo el país para equilibrar los derechos de libertad de expresión con las quejas de que las concentraciones han derivado en el antisemitismo y el odio.
En Columbia, un poco más allá del recinto que alberga las carpas, decenas de pequeñas banderas de Israel ondeaban sobre la hierba y fotos de los rehenes que siguen en manos del grupo palestino Hamás sin que a nadie pareciera importarle.
"Para muchos de nuestros estudiantes judíos y para otros también, el ambiente se ha vuelto intolerable en las últimas semanas. Muchos han abandonado el campus y eso es una tragedia", dijo la rectora de Columbia, Nemat Shafik.
"El lenguaje y los actos antisemitas son inaceptables y los llamamientos a la violencia son sencillamente aborrecibles", afirmó antes de recordar que el "derecho de un grupo a expresar sus opiniones no puede ir en detrimento del derecho de otro grupo a hablar, enseñar y aprender".
En Virginia Tech, más de 90 personas fueron detenidas a última hora del domingo tras negarse a acatar la orden de la policía del campus de dispersarse, mientras que en la Universidad de Texas, policías estatales con equipo antidisturbios se enfrentaron el lunes a manifestantes que intentaban instalar un campamento no autorizado en el campus.
- Acusaciones de antisemitismo -
"No se permitirán los campamentos", dijo el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, en las redes sociales.
Los organizadores de las protestas niegan las acusaciones de antisemitismo, y defienden en cambio que sus acciones apuntan al gobierno de Israel y su manejo del conflicto en Gaza.
"Estoy absolutamente asqueada y devastada de lo que está ocurriendo y de que el dinero de los contribuyentes estadounidenses lo esté pagando", dijo a la AFP la abogada judía neoyorquina Samantha Kostmayer, que acudió a las protestas.
"Los horrores que se desarrollan (en Gaza) lo hacen más peligroso para mí, pero no estoy preocupada por mí (...) me preocupa la gente que vive sacando a sus bebés de entre los escombros", lamentó esta exalumna de Columbia.
La guerra en Gaza estalló el 7 de octubre con un ataque sin precedentes de comandos de Hamás en el sur de Israel, en el que murieron 1.170 personas, sobre todo civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales.
En represalia, Israel prometió "aniquilar" a Hamás y lanzó una ofensiva que hasta ahora ha dejado 34.488 muertos, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio palestino.
O.Merendino--PV