Pallade Veneta - Un proyecto en Inglaterra busca restaurar las turberas, sumideros de carbono

Un proyecto en Inglaterra busca restaurar las turberas, sumideros de carbono


Un proyecto en Inglaterra busca restaurar las turberas, sumideros de carbono
Un proyecto en Inglaterra busca restaurar las turberas, sumideros de carbono / Foto: Oli Scarff - AFP

En una ladera azotada por el viento en un remoto rincón del norte de Inglaterra, un proyecto pionero de restauración de turberas pretende devolver a este entorno natural degradado su función de sumidero natural de carbono.

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El proyecto "Ridge Graham", que incluye un camión cisterna, un helicóptero, una excavadora y un equipo de diez personas, pretende devolver el lugar a su estado original, anegado y sumidero de CO2.

En la actualidad, las 450 hectáreas -el equivalente a unos 840 campos de fútbol- de esta turbera degradada de Bewcastle liberan gases de efecto invernadero, como muchas otras que han sido sobreexplotadas, dificultando el objetivo declarado del gobierno británico de alcanzar la neutralidad en carbono en 2050.

Las turberas son ecosistemas húmedos formados por materia orgánica parcialmente descompuesta y rica en carbono.

Cubren alrededor del 3% de la superficie terrestre y constituyen el mayor almacén natural de carbono. También contribuyen a minimizar el riesgo de inundaciones, depurar las aguas subterráneas y mantener la calidad del aire.

Pero cuando los terrenos se deterioran, normalmente después de haber sido utilizados para la ganadería u otros fines, se convierten en una fuente de carbono, responsable de hasta el 10% de las emisiones mundiales anuales, según la Sociedad Internacional de Turberas.

- Glasear un pastel -

En Bewcastle, una empresa recibió por primera vez financiación pública para restaurar una turbera privada: una subvención de 813.000 libras (1,02 millones de dólares, 970.000 euros). Ridge Carbon Capture (RCC) trabaja también en una docena de proyectos similares en todo el país.

"La restauración de turberas es increíblemente cara, así que tenemos que encontrar la forma de hacerla económicamente viable", afirma Betsy Glasgow-Vasey, una de las responsables de la empresa.

Subiendo la colina, Glasgow-Vasey, de 28 años, muestra el trabajo realizado desde que se puso en marcha el proyecto en septiembre.

Se han levantado cientos de pequeñas presas de ladrillo y, en los terrenos más altos, se instalaron barreras hechas con rollos de fibra de coco.

Los equipos cubren el suelo con brezo porque "cuando las turberas están expuestas al aire es cuando empiezan a liberar todas las emisiones de la vegetación en descomposición", explica.

Utilizando brezo trasplantado, los trabajadores cubren todos los huecos de este vasto terreno. "Es como cuando pones el glaseado en un pastel (...) si no hay suficiente glaseado, tienes que sacarlo de otra parte para cubrir el lado del pastel ¡y este es un gran pastel!", añade.

- Mercado del carbono -

El Reino Unido tiene 7 millones de hectáreas de turberas, aproximadamente el 10% de su superficie terrestre. De ellas, el 80% están en mal estado y emiten 10 millones de toneladas de CO2 al año, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

"Tenemos que restaurar nuestras turberas y tenemos que hacerlo ya", dice a la AFP Renée Kerkvliet-Hermans, coordinadora de turberas de la UICN, que certifica proyectos como Ridge Graham mediante la generación de "unidades de carbono".

La idea es que los costes del proyecto se compensen con las toneladas de carbono ahorradas y vendidas en el mercado del carbono, cada vez más crucial para financiar proyectos de mitigación del cambio climático.

De este modo se superarán las importantes barreras financieras que dificultan este tipo de restauración. Pero el apoyo gubernamental también sigue siendo crucial "porque el precio del carbono no es lo bastante alto en estos momentos", afirma Glasgow-Vasey.

El ejecutivo británico quiere restaurar 35.000 hectáreas de turberas inglesas de aquí a 2025.

Las autoridades "entienden que las turberas que tenemos son muy importantes", afirma Stuart Evans, del proyecto Ridge Graham. "Y están muy degradadas".

No está claro cuánto tardará Bewcastle Bog en pasar de fuente de carbono a sumidero, pero sus avances se evaluarán periódicamente.

En opinión de Glasgow-Vasey, lo importante es que "nos hemos dado cuenta de lo que puede hacer este tipo de proyecto".

L.Bufalini--PV