La ministra indígena brasileña se declara "valiente" antes que "optimista" en la COP28
La ministra brasileña de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, se declara "valiente" antes que "optimista" durante la 28ª conferencia del clima de la ONU en Dubái.
En entrevista con la AFP, Guajajara recuerda con orgullo que ha participado en trece COP.
La primera fue en 2009, en Copenhague. Eran cinco activistas. Hoy son un centenar, dentro de la mayor delegación oficial en la COP de Dubái, la de Brasil, con más de 1.300 inscritos.
"Hemos hecho un largo camino para llegar hasta aquí. Luchamos para ocupar este espacio", explica esta mujer de la etnia guajajara, que no deja nunca de mostrar sus atavíos indígenas.
"Puedo entrar a los espacios de incidencia y hablar directamente con los negociadores", añade.
"Quizás no puedo decir optimista, pero sí valiente", admite, al ser preguntada por su sentimiento ante esas complejas negociaciones.
Sonia Guajajara acompañó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la presentación en Dubái de una propuesta multimillonaria para todos los países con bosques tropicales: 250.000 millones de dólares, obtenidos a través de gobiernos y la movilización privada, para premiar la preservación.
Es una propuesta compleja, que se asemeja a los créditos de carbono que están proliferando por todo el mundo, a falta de una reglamentación clara (que debería en principio ser debatida en la COP28).
Entregar dinero a comunidades indígenas para que preserven los bosques ha demostrado ser una idea audaz pero con aspectos controvertidos en numerosos países con grandes minorías autóctonas.
"El mercado de carbono sigue siendo un tema muy complejo y aún no se comprende por todo el mundo, pero es necesario avanzar en esta discusión. Brasil tiene un proyecto de ley ya discutido en el Congreso Nacional", declara.
"Es necesario promover diálogos con las comunidades, brindar información. Velar por el cumplimiento de la consulta previa, libre e informada, que es previa a la instalación de los proyectos", enumera la ministra.
- "Corresponsabilidad" -
En Dubái, Guajajara presenta los intereses de más de 300 etnias autóctonas reconocidas en Brasil, pero también tiene que compartir el espacio con el poderoso cabildeo de la industria agropecuaria.
"Es hora de que todos comprendan la urgencia y este cambio que necesitamos en los modelos económicos de producción de alimentos, en la cadena productiva. Todos estos actores tienen que asumir corresponsabilidad", añade.
"Creo que estamos en un momento de transición. Todos tienen que sentirse responsables", recalca.
La cohabitación política es mucho más compleja en el Congreso, en manos de la oposición, resueltamente contraria a la visión del gobierno Lula sobre la demarcación de territorios indígenas.
"No podemos darnos por vencidos antes de que se acabe el partido. Continuamos hablando, dialogando, esperando que los vetos del presidente Lula sean mantenidos", explica.
"El diálogo es muy difícil, porque es un Congreso Nacional muy conservador", insiste esta dirigente, enfermera de formación.
La ministra brasileña dice que ya prepara la COP30 de Brasil, que debería celebrarse en Belén de Pará.
"La delegación indígena brasileña saldrá de aquí con un grupo de trabajo construido con la participación de la sociedad civil, para que podamos organizar esta agenda indígena hasta la COP30", explica.
R.Zarlengo--PV