El voto verde de Wisconsin que irrita a los demócratas
A sus 82 años, Chester Todd se presenta a un escaño para el Congreso estadounidense con un programa de "igualdad, reparación y liberación", principios por los que, según él, ni Kamala Harris ni Donald Trump se han ganado su voto.
Con un pañuelo con los colores de la bandera palestina, Todd dice a la AFP en una cafetería de su ciudad natal, Racine (Wisconsin), que votará a Jill Stein, la eterna candidata del Partido Verde que figura en las papeletas de casi todos los estados y que muchos demócratas temen que pueda frustrar sus posibilidades de llegar a la Casa Blanca.
Stein no tiene prácticamente ninguna posibilidad de ganar en Wisconsin, ni en ningún otro lugar, pero en este estado clave, donde los resultados se deciden por un puñado de votos, estos apoyos son determinantes.
Los republicanos ganaron Wisconsin por primera vez en casi tres décadas en 2016. Donald Trump se impuso a la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton, por menos de 23.000 votos. En las filas de Clinton hubo quien culpó a Stein de haberles birlado unos 31.000 votos.
Y el mensaje del Partido Verde -que se centra en cuestiones como el cambio climático, la sanidad y, este año, en el fin del apoyo militar a Israel en su guerra en Gaza- sigue calando entre el electorado más demócrata de Wisconsin, cruciales para una victoria de Harris.
El equipo de campaña de Harris atacó recientemente a Stein en un anuncio que se emitió en Wisconsin, Michigan y Pensilvania, estados del denominado "Muro Azul", color asociado al Partido Demócrata.
Stein "no se arrepiente de haber ayudado a Trump a ganar" en 2016, asegura el anuncio. "Por eso un voto a Stein es en realidad un voto a Trump".
Para Pete Karas, presidente del Partido Verde de Wisconsin, ese argumento "no se sostiene".
"Es una excusa que utiliza el Partido Demócrata cuando presentan a candidatos de mierda (...) y pierden", dice.
Los demócratas han emprendido acciones legales para eliminar a Stein de las papeletas de voto en todo el país, pero con escaso éxito.
Karas dice que esas peleas legales no han hecho más que reforzar la voluntad de los militantes del Partido Verde como él: "No seremos expulsados del proceso democrático por el Partido Demócrata", asegura.
- "Insatisfechos" -
Charles Franklin, que dirige la encuesta de la Facultad de Derecho de Marquette, dice a la AFP que, aunque es probable que Stein atraiga más a los demócratas que a los republicanos, la idea de que todos los votos de Stein "irían uniformemente a Harris" es "falsa".
"Cualquier votante de un tercer partido, por definición, ya ha superado la opción de votar a uno de los candidatos de los principales partidos", explica Franklin. "Votan a Stein porque no están satisfechos".
Un puñado de candidatos respaldados por el Partido Verde han ganado cargos locales en la última década en Wisconsin, pero su presencia sigue siendo mínima.
Aun así, "sería absurdo no pensar que es una amenaza" en 2024, dice Alexia Sabor, presidenta de los demócratas de Dane en el condado más azul del estado.
Considera que la participación del Partido Verde en las elecciones nacionales es más "un deseo de ser disruptivo" que un esfuerzo por construir un partido político de éxito, y afirma que incluso para los votantes que se inclinan por los Verdes, hay una opción clara en las papeletas.
"Puede que no te guste el Partido Demócrata ni Kamala Harris", dice, pero "en términos de valores, está bastante claro que el Partido Republicano no se alinea con sus valores - y muchos de sus valores sí se alinean con los demócratas".
Xavier Golden, un estudiante de 23 años de una universidad pública cerca de Milwaukee que tiene sus propias aspiraciones políticas futuras, dice que votó por Bernie Sanders en 2020, el senador de izquierda que se ha postulado para presidente dos veces.
Desde la Biblioteca Pública de Racine donde trabaja, Golden dice a la AFP que en esta ocasión votará por Stein.
"Si los demócratas quisieran convertirse en el referente del espíritu liberal, lo harían", dice, tras recordar su "postura conservadora sobre Palestina" y su tendencia "a ser tiquismiquis con las cuestiones raciales".
Al igual que Todd, candidato del Partido Verde a la Cámara de Representantes, Golden es negro. Y como aquél, asegura que los demócratas piden el apoyo de los votantes negros cada cuatro años, pero rara vez cumplen lo que prometen.
Además de abogar por el fin al apoyo militar a Israel y pedir reparaciones económicas para los descendientes de los esclavos, reclaman asimismo atención sanitaria universal y más recursos para las minorías.
Si los demócratas "se comprometieran a ser realmente el partido de la justicia social como dicen ser", dice Golden, "lograrían más votos y no habría necesidad de un Partido Verde".
L.Barone--PV