
"Que me envíen a mi hijo", protestan en un pueblo de Venezuela por un migrante deportado a El Salvador

Las noches se hacen largas para Alexis de Hernández, madre de uno de los 238 migrantes deportados por Estados Unidos a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador, un hecho que el gobierno de Venezuela tacha de secuestro.
Atraído por la posibilidad de una vida mejor, Andry Hernández Romero, de 31 años, migró a Colombia hace cuatro años. En 2024, cruzó la peligrosa selva del Darién entre ese país y Panamá para llegar a Estados Unidos, donde pasó meses detenido antes de ser enviado a El Salvador.
Para pedir su libertad, un centenar de allegados de Andry, entre familiares, amigos y vecinos, se juntó este lunes en la iglesia de Capacho, su pueblo natal en los Andes venezolanos, a unos 25 minutos de la frontera con Colombia.
Alexis de Hernández insiste en que su hijo está "injustamente preso en la cárcel de Nayib Bukele", en referencia al presidente salvadoreño. "Lo detuvieron solo por tener unos tatuajes, por ello dicen que pertenece a una banda criminal. Que me envíen mi hijo", clamó.
Andry es estilista y actor de teatro y es conocido en su pueblo porque cada enero, desde hace más de 20 años, participa en la celebración del día de Reyes Magos.
"Mi hijo se hizo dos coronas y a cada una le puso el nombre mío y de mi esposo, esas coronas son alusivas a los Reyes Magos", relató, llorosa, Alexis de Hernández.
Varios asistentes a la iglesia portaban réplicas de las coronas en cartón y otros recolectaron firmas para respaldarlo.
Las autoridades estadounidenses han vinculado a migrantes venezolanos con el Tren de Aragua, una temida pandilla surgida en Venezuela que ha extendido sus tentáculos por todo el continente y que el presidente estadounidense, Donald Trump, declaró organización terrorista.
En respuesta, el gobierno venezolano denuncia una campaña para estigmatizar a los migrantes venezolanos.
"Pido a los presidentes Nayib Bukele y Donald Trump que pronto podamos tener aquí a nuestro muchacho (...) es muy querido por todos en este pueblo unido", dijo a la AFP Mireya Oliveros de Niño, madrina de Andry.
Varias protestas se han registrado en la última semana exigiendo la libertad de los venezolanos recluidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la cárcel de máxima seguridad que Bukele construyó para recluir a pandilleros.
"Solo le pido que me regresen a mi hermano", apunta Luis José Hernández, de 29 años. "No descansaremos hasta que lo suelten".
E.M.Filippelli--PV