Pallade Veneta - Cien años de incendios convierten unas minas de India en un "infierno"

Cien años de incendios convierten unas minas de India en un "infierno"


Cien años de incendios convierten unas minas de India en un "infierno"
Cien años de incendios convierten unas minas de India en un "infierno" / Foto: Money SHARMA - AFP

Desde hace un siglo los incendios calcinan las minas de carbón del estado indio de Jharkhand, donde un enjambre de 100.000 personas como Savitri Mahto arriesgan sus vidas para recoger este mineral en medio de las llamas.

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"Los incendios carbonizaron la tierra", dice a AFP la joven de 22 años, que recoge ilegalmente carbón cerca de una gran mina comercial a cielo abierto. "Vivimos con miedo todos los días", añade.

Los incendios subterráneos, provocados según los científicos por un accidente minero ocurrido en 1916, cavan abismos en el suelo que se derrumban y se tragan todo, tanto personas como viviendas.

"Es peligroso vivir aquí", explica Mahto, que sueña con convertirse en enfermera.

Las personas que recogen combustibles fósiles y los activistas informan que cientos de personas murieron a lo largo de las décadas.

"Ya se han producido y se siguen produciendo numerosos accidentes porque el suelo se derrumba", explica la joven, rodeada de un montón de carbón con el que se produce coque, un combustible compacto utilizado principalmente para cocinar y alimentar los hornos de ladrillos.

El vendedor de verduras Arjun Kumar, de 32 años, que perdió su casa en un colapso, teme que su "vida se convierta en un infierno" si no es realojado, y se vea "obligado a vivir en la calle como un mendigo", relata.

El consumo de carbón en India, el país más poblado y la quinta economía más importante del mundo, se duplicó en la última década, abasteciendo cerca del 70% de la red eléctrica del país.

La mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero en India proceden de la combustión del carbón. Sólo China consume más.

Según los expertos, los incendios que se producen en las minas a cielo abierto, repartidas en casi 300 km2, calcinan millones de toneladas de carbón que producen enormes cantidades de CO2.

Espesos humos grises flotan sobre las hogueras y envuelven estos terrenos tenebrosos y caóticos en una atmósfera apocalíptica.

- Falta de opciones de empleo -

"Tenemos una responsabilidad en materia de medio ambiente", reconoce Samiran Dutta, director del operador comercial de minas, Bharat Coking Coal Ltd (BCCL), filial de la empresa pública Coal India.

Según él, BCCL no puede responder por la seguridad de las personas que entran ilegalmente en las minas. En cambio, la empresa "provee diversos aparatos" -como nebulizadores- para reducir la contaminación del aire.

Sin embargo, los esfuerzos por hacer frente a los incendios mediante el uso de nitrógeno líquido y cortafuegos siguen siendo infructuosos.

"El aire está muy contaminado", indica Mahto, mientras se ajusta un pañuelo para cubrir su rostro negro manchado de hollín y habla de los gases tóxicos que le queman los ojos y los pulmones.

Los mineros trabajan en condiciones espantosas, pero "el carbón es vital en Jharkhand", afirma A.K. Jha, dirigente sindical local, que cree que las minas podrían seguir abasteciendo de carbón durante 200 años a la industria siderúrgica.

La demanda de electricidad sigue aumentando en India, tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, por detrás de China y Estados Unidos, con una clase media en plena expansión que necesita equiparse con aparatos de aire acondicionado y refrigeradores.

India, con más de 1.400 millones de habitantes, destaca que sus emisiones per cápita son inferiores a la media mundial, pero se compromete a reducir a cero sus emisiones netas de carbono de aquí a 2070.

Por su parte, las autoridades estatales comenzaron a evacuar a los habitantes de las minas en 2008, pero muchos se sienten privados de sus medios de subsistencia.

Sushila Devi, cuya hija de 15 años murió en un colapso hace cuatro años mientras recogía carbón, afirma que no tiene otra opción que quedarse.

"Siempre tengo miedo de sufrir la misma suerte, pero soy indigente", admite esta mujer que solo gana seis dólares al día. "Si no trabajo, ¿qué comeré?", se pregunta.

Para el sindicalista Jha, a falta de otras opciones, las extracciones ilegales de carbón continuarán.

"La cuestión son los medios de subsistencia. Si el gobierno no está en condiciones de proporcionar empleos, la gente tendrá que conformarse con lo que la naturaleza les da", subraya.

C.Grillo--PV