Los pekineses celebran la reapertura de los restaurantes
Después de un mes confinada en su casa, Chen Chunmei aprovecha el levantamiento de restricciones anticovid en Pekín para degustar montones de cangrejos de río salteados. Como ella, muchos en la capital decidieron celebrar la reapertura de restaurantes.
"Tenía ganas de estar aquí, sobre todo porque no he podido salir durante bastante tiempo", declara sonriente la mujer. "Todos los días, pedía comida para llevar o cocinaba. Así que me apetecía mucho ir de restaurante", añade.
Desde principios de mayo, la capital de 22 millones de habitantes cerró bares, cafés, gimnasios, museos o decenas de estaciones de metro para frenar un brote de covid-19.
Pekín solo registró algunas decenas de casos diarios, pero las autoridades municipales siguieron la estrategia de máxima prudencia de China para cortar desde el primer momento los contagios y los decesos.
Durante varias semanas, sus habitantes tuvieron que someterse a una PCR al menos cada 48 horas. Además, numerosos edificios fueron confinados y muchos ciudadanos enviados a lugares de cuarentena.
Chen Chunmei explica que su complejo residencial fue puesto en confinamiento durante dos semanas tras la detección de un caso positivo. Cuando pasaron estas dos semanas, fue la estación de metro cercana la que cerró.
"Desde ese momento, me quedé en casa", explica. "Al principio, me gustaba trabajar en mi casa. Pero después de un tiempo se vuelve realmente aburrido", añade.
- "Hemos perdido dinero" -
Con la caída progresiva de infecciones en Pekín (solo dos anunciadas el martes), las autoridades permiten a sus ciudadanos volver a sus oficinas.
En el caso de las escuelas podrán reabrir gradualmente a partir del 13 de junio y el gran parque de atracciones de Universal Studios anunció su reactivación para el 15. Cines y gimnasios ya están abiertos, pero al 75% de aforo.
Y comer en restaurantes está permitido de nuevo, salvo en dos distritos pekineses que continúan aplicando restricciones por el hallazgo de casos positivos.
Si las medidas anticovid han permitido limitar los decesos, también han implicado importantes pérdidas económicas para los restauradores.
"Nuestra facturación en mayo cayó un 65% respecto al año anterior", se lamenta Zhang Shengtao, director de operaciones en Beijing Huda Catering, que gestiona una popular cadena de restaurantes especializada en los cangrejos de río al ajillo.
"Espero la recuperación con impaciencia", afirma Wu Ziwen, gerente de un restaurante de Nanjing Dapaidang, otra cadena que ofrece especialidades del este de China.
"Está claro que hemos perdido dinero" durante el último mes, aunque las entregas a domicilio hayan permitido amortiguar la pérdida, explica a AFP.
Aun así, la normalidad no es completa. Los establecimiento solo pueden funcionar al 50% de su capacidad "aunque lleguen clientes", señala Wu.
Además, los pekineses deben disponer de un resultado negativo a un test PCR fechado como máximo 72 horas antes de entrar en la mayoría de edificios y de tomar el transporte público.
H.Lagomarsino--PV