Aumenta el descontento en el 50º aniversario del fin del mandato de EEUU en Okinawa
La isla japonesa de Okinawa celebra el domingo los 50 años desde el final del mandato estadounidense, en un momento en creciente descontento por la continua presencia de tropas de Washington y los miedos ante las crecientes tensiones regionales.
La ocupación de las tropas estadounidenses se prolongó en Japón hasta 1952, pero en la isla de Okinawa, esta presencia se extendió durante otros 20 años.
Esta conmemoración fue celebrada con actos en Tokio y en Okinawa y el gobernador de la isla Denny Tamaki se quejó la "carga excesiva" que aguantan los residentes de esta prefectura que alberga a la mayor parte de las tropas estadounidenses.
Esta controversia de larga data también quedó patente en las declaraciones del primer ministro, Fumio Kishida.
"El gobierno se toma esto en serio y va a continuar esforzándose al máximo para reducir esta carga", dijo en una ceremonia en Okinawa.
La molestia de larga data en la isla por la presencia de las tropas, que recientemente fue atizada por la amenaza de una confrontación con China, sigue muy presente.
"No estoy de humor para celebrar nada", dijo a la AFP en vísperas del aniversario el activista originario de la isla Jinshiro Motoyama, que se instaló fuera de un edificio del gobierno en Tokio para realizar una huelga de hambre de una semana en protesta.
Como muchas personas en la isla, Motoyama siente que esta región recibe una carga injusta al albergar a la mayoría de los 55.000 efectivos estadounidenses desplegados en Japón.
La presencia de las tropas ha producido varios incidentes desde choques a ruidos molestos, pero también crímenes que han involucrado a los efectivos extranjeros como la violación en grupo de una colegiala japonesa en 1995.
Una encuesta a nivel nacional realizada por la cadena nacional NHK este mes determinó que un 80% de los japoneses considera que la actual distribución de las tropas estadounidenses está "mal" o "levemente mal".
- Una "isla de la paz" -
Un tema delicado es el plan de trasladar la base de Okinawa, conocida por ser la "mas peligrosa del mundo" por su cercanía a zonas residenciales, hacia una zona menos poblada en Henoko.
Sin embargo, muchos residentes de la isla quieren que los militares sean destinados a otro lugar del país y un 70% de la población rechazó este plan en un referéndum no vinculante celebrado en 2019.
"En la entrega de Okinawa, la prefectura y el gobierno central concordaron en que aspiraban en hacer de este territorio una isla de paz, pero 50 años después este objetivo todavía no se cumple", dijo el gobernador Tamaki en la ceremonia del domingo.
Sin embargo, la construcción en Henoko siguió y el gobierno central defiende el proyecto como la "única forma" de mitigar los peligros de la base actual pero manteniendo la alianza entre Japón y Estados Unidos.
La presencia militar de Estados Unidos representa cerca del 5% de los ingresos anuales de Okinawa, pero esta sigue siendo una de las prefecturas más pobres de Japón, con un índice de pobreza infantil del 30%, más del doble del promedio nacional.
Las autoridades locales argumentan que trasladar la base va a liberar terrenos y podría atraer otros ingresos, incluyendo el turismo.
En los últimos meses, las autoridades japonesas han expresaron su preocupación por la creciente actividad de China en los mares, incluyendo ejercicios de despegue desde un portavión.
Esto hace que Okinawa se cada vez más una posición estratégica para Estados Unidos y para Japón, lo que atiza los temores de la población local a verse presos de un posible conflicto.
"Cuando uno piensa en Okinawa, lo primero que viene a la mente es un maravilloso mar, el cielo azul, la buena comida y la amabilidad de sus habitantes", afirmó Motoyama.
"Pero espero que este aniversario haga que la gente se de cuenta de que por detrás de todo esto, está la cuestión de las bases de Estados Unidos que muchos aquí creen que tiene que resolverse", indicó.
A.Graziadei--PV