Los suburbios de la capital de Vietnam, Hanói, siguen sumergidos por las aguas
Los suburbios de la capital de Vietnam, Hanói, seguían inundados el lunes, una semana después de las lluvias torrenciales que cayeron en el norte del país.
Los habitantes del pueblo de Ben Voi, a unos 40 kilómetros de Hanói, se desplazan en barco y duermen en casas parcialmente inundadas por las aguas pantanosas, siete días después del siniestro.
Unas 500 personas en Ben Voi viven aun así, sin ningún signo de que las aguas vayan a bajar.
"No puedo ir a ninguna parte. Los vecinos encuentran que es difícil venir a comprar cosas en mi almacén", dice Tran Thi Ly, propietaria de una tienda en la parte baja de su casa.
Con el agua hasta las rodillas, esta septuagenaria trata de guardar sus reservas de comida en un lugar seco, desplazando pastas instantáneas y bebidas en estanterías altas. Pero todos sus muebles están cubiertos por agua sucia.
Su pueblo, situado a baja altura, es muy vulnerable a las inundaciones. Cada año experimenta por lo regular dos o tres días de inundaciones, según las autoridades locales.
"Nosotros nos desplazamos en barco", explica Hoang Van Su, de 51 años, quien dice que el agua subió hasta 1,5 metros en algunos lugares del pueblo.
Desde inicios de julio, las inundaciones y deslizamiento de terrenos mataron al menos a 18 personas en las regiones montañosas del norte de Vietnam.
Fuertes lluvias son esperadas en el norte del país hasta el miércoles, según las previsiones.
Vietnam experimenta con frecuencia condiciones meteorológicas difíciles durante la temporada de lluvias, que se extienden de junio a noviembre.
En 2023, las catástrofes naturales provocaron la muerte o la desaparición 169 personas en el país.
Los científicos afirman que el cambio climático convierte a los fenómenos meteorológicos extremos en más intensos y frecuentes.
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B.Cretella--PV