Se hunde plan para reanudar caza comercial de ballenas en cita de CBI en Lima
La moratoria global para la caza comercial de ballenas seguirá vigente después de que este jueves se hundiera la iniciativa que planteaba su reanudación, en el marco de un encuentro de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que se realiza en Lima.
La CBI tampoco debatirá una propuesta, impulsada por países africanos, que buscaba declarar la pesca de ballenas como fuente de seguridad alimentaria mundial.
Ambas iniciativas fueron retiradas durante el debate del plenario del evento, alegando "falta de consenso" entre los delegados de 60 países participantes.
La delegación de Antigua y Barbuda retiró su proyecto para reiniciar la caza comercial y levantar la moratoria debido a la polarización suscitada por su propuesta, pero indicó que la retomará en la siguiente reunión de la CBI en 2026 en Australia.
"Nos sentimos aliviados de que se haya retirado la oscura y peligrosa resolución de reanudar la caza comercial de ballenas", declaró Grettel Delgadillo, subdirectora para América Latina de la ONG Humane Society International (HSI).
Según HSI, la persistencia de proyectos de naciones que carecen de conexión con su consumo "demuestra cómo Japón continúa influyendo en la CBI a pesar de ya no ser miembro".
Para intentar regular la caza de ballenas se creó la CBI en 1946 y en 1986 se adoptó una moratoria mundial para alentar la recuperación de las especies.
Entretanto, el proyecto sobre la seguridad alimentaria lo presentó Guinea con apoyo de Camboya, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea-Bissau, Congo, Senegal y Saint Kitts y Nevis, considerados aliados cercanos de Japón, país que ha tratado de eliminar la moratoria.
"Estos países no tienen tradición de cacería sino que responden a intereses de países liderados por Japón, que buscan la reapertura de la caza comercial. No pretenden la seguridad alimentaria, quieren volver a la ballenería por fuera de la moratoria", dijo a la AFP Roxana Schteinbarg, directora del Instituto de Conservación de Ballenas, una ONG argentina.
La caza de ballenas mata cada año a unos 1.200 ejemplares pese a estar desde 1986 bajo una moratoria, una medida que tres países rechazan: Japón, Noruega e Islandia.
El cambio climático constituye otra amenaza. Entre 2012 y 2021 el número de ballenas disminuyó un 20% en el Pacífico norte, según un estudio australiano, debido a la escasez de fitoplancton, su principal alimento.
En el siglo XX cerca de 3 millones de cetáceos murieron víctima de los arpones, según cifras de la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), y varias especies se volvieron amenazadas.
I.Saccomanno--PV